Me ha agradado hacer tu voluntad, oh Dios
- Alma Vargas, Maestra, Consejera, CHW-C, Capellán
- Aug 4
- 1 min read

📖 Versículo clave:
“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón.”– Salmo 40:8 (RVR1960)
✨ Reflexión:
Muchas veces pensamos que obedecer a Dios es un sacrificio, un esfuerzo difícil o una carga pesada. Pero el salmista nos muestra algo diferente: obedecer no es un deber frío, ¡es un placer cuando amas al Señor!
Cuando la voluntad de Dios está escrita en el corazón, ya no es una lucha constante entre lo que quiero y lo que Dios quiere. En cambio, nace un deseo profundo de agradarle, de hacer lo que Él pide, aunque no siempre lo entienda o me sea fácil.
Obedecer a Dios no significa que siempre comprenderé el camino, pero sí significa que confío en quien me guía. La obediencia no comienza con reglas, sino con una relación. Quien conoce el corazón de Dios, aprende a deleitarse en su voluntad.
💡 Aplicación práctica:
¿Has notado que cuando amas a alguien, hacerle feliz te trae gozo? Así es con Dios. Comienza hoy con una oración sincera: “Señor, enséñame a amarte tanto que obedecerte sea mi alegría, no mi carga.”
🙏 Oración:
Señor, que no obedezca por miedo ni por costumbre, sino por amor. Que cada paso que dé hoy esté guiado por tu voz. Ayúdame a querer lo que tú quieres, y a confiar en tu plan más que en mis emociones.
❓Pregunta para reflexionar:
¿Estoy obedeciendo por compromiso, por presión… o porque verdaderamente me agrada hacer la voluntad de Dios?






Comments